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Santo Domingo, R.D.- El Presidente de la República, Luis Abinader, y el ministro Limber Cruz dieron apertura a la XI Conferencia de ministros y ministras de Agricultura de Iberoamérica, que durante los días 27 y 28 de abril se realiza en la capital dominicana, con la participación de más de una veintena de países.

España, Colombia, Andorra, Brasil, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Hondura, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay, Venezuela, Argentina y Republica Dominicana, se dieron cita en un hotel de Santo Domingo, e iniciaron las discusiones sobre los principales desafíos y oportunidades que tiene el sector agropecuario para lograr el desarrollo sostenible de los países miembros de la Conferencia.

Limber Cruz, ministro de Agricultura, en su discurso de inicio del evento internacional, habló de los programas que actualmente implementa la institución para estimular la infraestructura agrícola, como son: titulación, acceso al crédito a través del Banco Agrícola, desarrollo de infraestructura orgánica, facilitación de material genético de alta calidad, asistencia técnica y capacitación, fortalecimiento del sistema de investigación, desarrollo e innovación.

Indicó que, además, frente al gran reto de la pandemia del Covid 19, el gobierno ha implementado un conjunto de políticas para incentivar la producción agrícola y la seguridad alimentaria del país a través de importantes programas, como el fortalecimiento del desayuno escolar, el programa de pignoración, y la comercialización de alimentos a bajos precios o precios populares, entre otros.

El Presidente Luis Abinader, al hacer uso de la palabra, habló de la seguridad alimentaria y los esfuerzos del gobierno por mantener a precios razonables la cadena de suministro de alimentos. Presentó varias propuestas que buscan seguir contribuyendo al fortaleciendo de la agropecuaria dominicana, e identificar la presencia de barreras técnicas que dificultan el comercio de bienes agropecuarios entre nuestros países, además de coordinar el intercambio de tecnologías, y cuando sea posible, realizar planes conjuntos de generación de investigación agropecuaria.

También ejecutar programas de becas para la formación de especialistas agropecuarios e intercambio de conocimientos, y establecer programas conjuntos para el desarrollo y aplicación de tecnologías amigables con el medio ambiente que conlleven la descarbonización de la agricultura; así como: organizar eventos técnicos que permitan conocer los avances en aéreas especializadas y científicas de la agricultura; abogar ante los organismos financieros internacionales por la canalización de recursos al sector en condiciones diferenciadas de los demás sectores en términos de tasas y plazos; y la creación de un fondo de estabilización de los precios de los fertilizantes, de forma que los Estados puedan recurrir a dicho fondo para evitar transferirlo al agricultor.